DEN GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO, PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA

Con inmensa alegría como Familia Espiritual Casa de la Misericordia, celebramos este segundo Domingo de Pascua la gran Fiesta de la Misericordia. Instituida en el año Santo 2000, por el bien amado y recordado San Juan Pablo II, a quien recordamos con gratitud y cariño en el XI aniversario de su partida a la Casa del Padre, precisamente en la las Vísperas del Domingo de la Misericordia.
En cada uno de los lugares del mundo donde hacemos presencia, hemos tenido la alegría de preparar una gran celebración, reuniendo así a miles de hermanos en el mundo para cantar las misericordias del Señor. Bendecimos a Dios por la vida y el testimonio de Santa Faustina la Apóstol y secretaria de la misericordia, de quien Juan Pablo II dijo en su canonización: DON DE DIOS A NUESTRO TIEMPO.
En estos momentos difíciles hemos de acudir a la misericordia infinita del Señor.
Como Casa de la Misericordia nos alegramos en este Jubileo de la Misericordia, el 3 de abril fue declarado día especial de los Apostolados que difundimos la Misericordia en el mundo, oramos por cada una de las personas que de una u otra manera apoya nuestro apostolado de evangelización. Pedimos al Señor que nos de la gracia de abrir las puertas del corazón y seguir adelante cumpliendo la Obra de Misericordia: Enseñar al que no sabe. ¿Y qué es lo que enseñamos? Enseñamos a vivir un encuentro orante con la Palabra de dios cada día, mediante el Camino Diario de oración personal. De lo que hemos experimentado hablamos. A nosotros nos ha ido transformando el Señor cada día y como lo ha hecho en nosotros lo sigue haciendo en más de 150 mil almas en el mundo y oramos y trabajamos para que un día no lejano seamos millones de almas encontrándonos diariamente con la bendita Palabra mediante la Lectio Divina.
Este año 2016 hemos tenido la alegría de contar en la Fiesta de la Misericordia con la presencia de nuestro Fundador de la Casa de la Misericordia Juan Carlos Saucedo Van Der Hans, en las comunidades de Medellín y Cúcuta. Nos encomendamos a sus oraciones y les invitamos a acercarse a nuestras Sedes para que se informen de las distintas actividades y hagan parte activa de nuestra comunidad, asume tu identidad de hijo(a) amada del Padre misericordioso y comprométete con la misión. Como dice el Papa Francisco: “Tu eres una misión en este mundo”.
En cada uno de los lugares del mundo donde hacemos presencia, hemos tenido la alegría de preparar una gran celebración, reuniendo así a miles de hermanos en el mundo para cantar las misericordias del Señor. Bendecimos a Dios por la vida y el testimonio de Santa Faustina la Apóstol y secretaria de la misericordia, de quien Juan Pablo II dijo en su canonización: DON DE DIOS A NUESTRO TIEMPO.
En estos momentos difíciles hemos de acudir a la misericordia infinita del Señor.
Como Casa de la Misericordia nos alegramos en este Jubileo de la Misericordia, el 3 de abril fue declarado día especial de los Apostolados que difundimos la Misericordia en el mundo, oramos por cada una de las personas que de una u otra manera apoya nuestro apostolado de evangelización. Pedimos al Señor que nos de la gracia de abrir las puertas del corazón y seguir adelante cumpliendo la Obra de Misericordia: Enseñar al que no sabe. ¿Y qué es lo que enseñamos? Enseñamos a vivir un encuentro orante con la Palabra de dios cada día, mediante el Camino Diario de oración personal. De lo que hemos experimentado hablamos. A nosotros nos ha ido transformando el Señor cada día y como lo ha hecho en nosotros lo sigue haciendo en más de 150 mil almas en el mundo y oramos y trabajamos para que un día no lejano seamos millones de almas encontrándonos diariamente con la bendita Palabra mediante la Lectio Divina.
Este año 2016 hemos tenido la alegría de contar en la Fiesta de la Misericordia con la presencia de nuestro Fundador de la Casa de la Misericordia Juan Carlos Saucedo Van Der Hans, en las comunidades de Medellín y Cúcuta. Nos encomendamos a sus oraciones y les invitamos a acercarse a nuestras Sedes para que se informen de las distintas actividades y hagan parte activa de nuestra comunidad, asume tu identidad de hijo(a) amada del Padre misericordioso y comprométete con la misión. Como dice el Papa Francisco: “Tu eres una misión en este mundo”.