Juan Francisco:La gratuidad del misionero
Aquí estoy Señor para hacer Tu Voluntad. Y que te conozcan todas las almas.
En este nueva vivencia y experiencia misionera, en la ciudad de Cali, donde por Voluntad Divina he venido a servir y dar lo mejor de mí; Tomo las palabras de Santa Faustina a través de su diario: Mi mayor deseo es que las almas Te conozcan, que sepan que eres su eterna felicidad, que crean en Tu bondad y que alaben Tu infinita misericordia (n. 305).
Son palabras que se convierten para mí en un reto, pero en un reto de amor, sí, por amor a Mi Señor Jesús, y a mis hermanos de esta región de nuestra geografía colombiana; con el propósito, de anunciar el Reino de Dios en toda su plenitud, pero haciendo énfasis, de una manera particular, en la espiritualidad de la Divina Misericordia. Dándola a conocer, porque en ella, está fundamentada nuestra comunidad Casa de la Misericordia.
No puedo dejar de dar gracias a mi Señor y Maestro Jesucristo, por el trabajo confiado hasta ahora, después de haber salido de mi casa y de mi tierra (hace dos años), para querer seguir sus pasos y ser su Discípulo y Misionero, en el Anuncio de su mensaje de Salvación para el mundo entero.
Mi amado Señor Jesús, Maestro mío, gracias infinitas por haberte fijado en mí, como tu discípulo y misionero de Tú Misericordia, por lo que me confiaste desde mi salida de mi tierra natal, en nuestras comunidades de Villanueva, Chía y Bosa, por tu amor y confianza, a pesar de mi miseria y mis errores; y por lo que me confías, en esta nueva Misión en esta bella tierra del sur de nuestro país Colombia, como lo es Cali y sus alrededores. Dispuesto estoy, que sea la asistencia del Santo Espíritu, la que me siga animando, guiando y Fortaleciendo; junto al apoyo de mis hermanos de comunidad y sus oraciones, porque, Aquí estoy Señor para hacer Tu Voluntad. Y que te conozcan todas las almas.
Me encomiendo a sus oraciones. Gracia y bendiciones para todos.
Juan Francisco Bermúdez Rojas
Servidor y Misionero de la Misericordia.
En este nueva vivencia y experiencia misionera, en la ciudad de Cali, donde por Voluntad Divina he venido a servir y dar lo mejor de mí; Tomo las palabras de Santa Faustina a través de su diario: Mi mayor deseo es que las almas Te conozcan, que sepan que eres su eterna felicidad, que crean en Tu bondad y que alaben Tu infinita misericordia (n. 305).
Son palabras que se convierten para mí en un reto, pero en un reto de amor, sí, por amor a Mi Señor Jesús, y a mis hermanos de esta región de nuestra geografía colombiana; con el propósito, de anunciar el Reino de Dios en toda su plenitud, pero haciendo énfasis, de una manera particular, en la espiritualidad de la Divina Misericordia. Dándola a conocer, porque en ella, está fundamentada nuestra comunidad Casa de la Misericordia.
No puedo dejar de dar gracias a mi Señor y Maestro Jesucristo, por el trabajo confiado hasta ahora, después de haber salido de mi casa y de mi tierra (hace dos años), para querer seguir sus pasos y ser su Discípulo y Misionero, en el Anuncio de su mensaje de Salvación para el mundo entero.
Mi amado Señor Jesús, Maestro mío, gracias infinitas por haberte fijado en mí, como tu discípulo y misionero de Tú Misericordia, por lo que me confiaste desde mi salida de mi tierra natal, en nuestras comunidades de Villanueva, Chía y Bosa, por tu amor y confianza, a pesar de mi miseria y mis errores; y por lo que me confías, en esta nueva Misión en esta bella tierra del sur de nuestro país Colombia, como lo es Cali y sus alrededores. Dispuesto estoy, que sea la asistencia del Santo Espíritu, la que me siga animando, guiando y Fortaleciendo; junto al apoyo de mis hermanos de comunidad y sus oraciones, porque, Aquí estoy Señor para hacer Tu Voluntad. Y que te conozcan todas las almas.
Me encomiendo a sus oraciones. Gracia y bendiciones para todos.
Juan Francisco Bermúdez Rojas
Servidor y Misionero de la Misericordia.