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Compartimos la esperanza de la Misericordia de Dios y de una Iglesia sin fronteras, Monseñor Mario Moronta obispo de San Cristóbal Venezuela.

Compartimos la esperanza de la Misericordia de Dios y de  una Iglesia sin fronteras, Monseñor  Mario Moronta obispo de San Cristóbal Venezuela.

Uno de los invitados al   Vigésimo Segundo Congreso Internacional de la Misericordia que realizó la Casa de la Misericordia en la ciudad de Cúcuta, fue  Monseñor Mario Moronta obispo de San Cristóbal Venezuela, y actual Primer Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.

Monseñor Mario Moronta manifestó que no se sentía extraño en Cúcuta, mientras daba el agradecimiento también  a Monseñor Ochoa y a los participantes al Congreso, porque la Iglesia como dice el Papa Francisco es Madre de todos, y una iglesia  sin fronteras, y esto también se evidencio en la reciente Copa de la Fe que se llevo a cabo en San José de Cúcuta.

Durante su saludo compartió la experiencia de hace algunos años, cuando él, recién llegado al Táchira junto a otros obispos y venezolanos recibieron a muchos refugiados   desplazados y  organizaron  casas para su atención.

Agradeció la ayuda a los hermanos venezolanos y dijo, que como obispos comparten  el dolor, y también  la esperanza en la misericordia de Dios para este momento que atraviesa su país.

Durante su homilía en el teatro Zulima, hablo sobre la misericordia de Dios y las periferias existenciales, dejándonos como enseñanza que la primera realización de la misericordia en las periferias existenciales, se  dio en Belén cuando el Hijo de Dios se hizo hombre y puso su morada en una periferia. En la carta a los Filipenses muy hermosamente nos dice San Pablo que Jesús sin dejar de ser Dios, renuncio a su condición divina, y se hizo hombre   de una manera tal que se rebajó, sufrió, murió se hizo igual a todos nosotros menos en el pecado. Nos invitó a abrir el corazón, porque   la  apertura corazón nos hace salir para dar  amor y ofrecer  la misericordia a todos sin excepción, y nos invito a pedir la intercesión de San Romero de América nuevo santo y de San Pablo VI modelos de preocupación por el ser humano, hombres de caridad, de misericordia y de testimonio.