Celebración Eucaristía de Entronización del Santísimo

Medellín, 19 de julio. 13 / Casa de la Misericordia Sor Faustina.- La Eucaristía fue precedida por Monseñor Ricardo Tobón Arzobispo de la ciudad de Medellín. Los feligreses asistieron con gozo y júbilo para celebrar la entronización al santísimo. 

Monseñor Tobón entronizó el Santísimo Sacramento del altar en el oratorio de la Casa de la Misericordia Sor Faustina de la ciudad de Medellín. "Un signo más del amor de  Dios con  la obra, para seguir adelante con esta misión y tarea evangelizadora que realiza la Casa de la Misericordia en la ciudad de la eterna primavera". así lo manifestó  Andrés Rua, Coordinador de la Sede.

Durante la Homilía Monseñor Tobón, expresó: "Tener la presencia del Santísimo Sacramento no es un derecho, nadie lo puede exigir; es una Gracia, es un don de la Misericordia. Es una prolongación del misterio Eucarístico donde el Señor se entregó y se entregó enseñándonos a entregarnos con Él".

Además, puntualizó tres grandes tareas para recibir al Señor:

1. "No quedarse es una simple devoción. Las revelaciones que el Señor ha hecho a Santa Faustina son una motivación, pero ahí no está todo , hay que ir mas lejos .Cuando el Papa Juan Pablo II escribe la Encíclica mas bella de su Pontificado : “ Dives en Misericordia “ , no cita nunca a Santa Faustina, va a la esencia de la Misericordia. Por eso nos propone no quedarnos es una simple devoción  , sino que vayan a una verdadera Espiritualidad , es decir abrirse a la Presencia y a una actuación del Espíritu Santo en ustedes , para que el Espíritu Santo los vuelva Cristos y siendo Cristos sean capaces de vivir la alegría de la Misericordia de Dios que nos ama y nos perdona y vivir la fuerza de la misericordia que nos lleva a darnos  a todos nuestros hermanos hasta entregar la vida.

Para decírselos de una manera que me  puedan entender lo que quiero decirles es que SEAN  SANTOS . No gente que reza. La Oración es importante precisamente para movernos a la Santidad, para movernos a una vida nueva, de lo contario  oiremos la misma queja de Jesús a los Fariseos : Ustedes no han entendido lo que significa Misericordia quiero y no sacrificios. Sacrificando toros y machos cabríos , pero incapaces de entender la ternura de Dios y de irradiar esta ternura en el mundo.  De bebe ser una Casa donde palpita el Corazón que es Cristo mismo, la Casa en donde se irradia la Compasión y la búsqueda del mas necesitado, del más alejado de Dios. 

2. Que se dediquen a la Nueva Evangelización. Tengan un corazón verdaderamente grande, un corazón como pide el Señor, un corazón Misionero, capaz de ir a todas partes y abarcar el mundo entero y no con cosas insignificantes, o pobres o secundarias, sino con lo esencial , con el Evangelio. No tenemos nada grande, más bello, no tenernos nada más útil que darle  a la humanidad,  sino el Evangelio. No nos quedemos en cosas pequeñas, en ritos externos , irradiemos lo que Cristo nos ha traído , lo que Cristo nos ha dado. El lo dijo “ He venido  a traer fuego a la tierra ,  y lo que quiero es que arda”.

Yo quisiera que de esta CDLM brotara un incendio, el incendio del Evangelio , que irradia, que llega, que anuncia, que siembra vida por todas partes. No nos podemos quedar diciendo: “Señor , Señor”, si a la vez no nos comprometemos con audacia  en la construcción de ese mundo nuevo que Cristo ha puesto en marcha con su Pascua, con su Muerte y su Resurrección. 

 3.  Que vivan una profunda vinculación a la Iglesia; este es un problema que se está presentado hoy en los católicos. Surgen personas que van creando asociaciones con distintos motivos o con distintas espiritualidades y  entonces vamos haciendo como Islas, cada grupo con su casa, cada grupo con su espiritualidad, cada grupo con sus pequeñas obras. En una asociación de laicos no está la Iglesia del Señor.

La iglesia autoriza que los laicos se asocien para que puedan cumplir distintos  fines dentro de la iglesia. La vinculación profunda es con la Iglesia , y donde está la verdadera Iglesia de Cristo: la verdadera Iglesia del Señor está en cada Diócesis.  Donde hay un Sucesor de los apóstoles, con un Presbiterio, con unas Comunidades de Fieles ahí está la Iglesia del Señor  y , a esa Comunidad se le dá: - La Palabra de Dios – Los Sacramentos – El Amor  que viene desde el cielo – El Espíritu que une y – La Misión.  Cuando hagamos esto es porque lo hemos recibido de la Iglesia. 

Finalizando la homilía el Señor Arzobispo dijo: "En concreto les pido que tengan una vinculación profunda a la Arquidiócesis y a sus propias parroquias. Si se autoriza esta Casa es para que aquí haya un espacio de Evangelización, un espacio de Oración, un espacio de Fraternidad, un espacio de Compromiso Apostólico que nos lleve a ser más cristianos, más católicos en sus propias parroquias  en profunda vinculación a la Arquidiócesis que a su vez tiene que estar en comunión con todas las otras iglesias particulares del mundo  a partir del servicio del sucesor de Pedro, el Papa. Y de lo contario no somos iglesias del Señor, somos una secta como los evangélicos".

Moseñor invitó a los feligreses a no quedarse únicamente en devocionismos, sino, en tomar la Eucaristía como: Amarnos más y ser capaces de entregar la vida por los demás como el Maestro. 

Consecutivamente, añadió: "He querido concederles la gracia de tener aquí el Santísimo Sacramento para que vivan todas estas bellezas , todas estas maravillas, sobre todo para que sean capaces de construir esta cultura de la vida y del amor , esta civilización de la Misericordia en el mundo de hoy a los pies de Cristo, que ama , que se entrega y que nos involucra , nos implica en su donación y en su amor". 

Finalmente, los hermanos de la comunidad y feligreses demostraron junto con Monseñor Tobón y los demás religiosos que estuvieron presentes, el inmenso milagro de la fraternidad y misericordia que, por años ha sido la misión de la Casa de la Misericordia.