Celebración de los 25 años de la CDLM en la sede Santa Faustina de Medellín

En la tarde del pasado jueves 13 de noviembre nos reunimos en Banquetes san Agustín un grupo de 220 hermanos y hermanas, Sacerdotes, Socios Misioneros de la Misericordia,   Difusores de Misericordia Día a Día, oyentes delas emisoras. Con la grata presencia de nuestro Fundador Juan Carlos Saucedo Van Der Hans quien nos animó a seguir comunicando la Buena Nueva, desde la realidad más cercana e inmediata, la familia, ahora con el plan de Casas Misioneras de la Misericordia, reuniéndonos cada semana los vecinos, una hora para compartir la Bendita Palabra de Dios y orar la Coronilla a la Divina Misericordia. Nuestro querido Asesor Nacional el Padre Ricardo Giraldo Munera, destaco la madurez de la comunidad y la seriedad de los procesos comunitarios y pastorales.

De manera muy libre y espontánea pudimos recordar un poco de nuestra historia desde los orígenes con don Luis María Miranda, uno de los  hermanos  que estaba con Juan Carlos cuando comenzó toda esta Historia de Salvación, el Hermano Cesar Garcia uno de los primeros servidores de Medellín y Andrés Rúa quien compartió un poco sobre lo vivido en la más reciente etapa.

La Coronilla fue ofrecida por una funcionaria ya pensionada y un grupo de Socios Misioneros de la Misericordia que, asumiendo  nuestra espiritualidad como un estilo de vida, se destacan por su sentido de pertenencia, compromiso y espíritu de gran colaboración.

En la noche la Sagrada Eucaristía en la Parroquia el Espíritu Santo, fue presidida por Monseñor Gilberto Jiménez Narváez, Obispo Auxiliar Emérito de la Arquidiócesis de Medellín, en su homilía destaco la tarea de la Casa de la Misericordia en unión con la iglesia, animando la plena vivencia del Bautismo y evoco a San Pablo cuando dice: “Ay de mí, si no evangelizara”. El Señor Arzobispo envío Mensaje de felicitación, llamándonos a mantener la comunión y el espíritu misionero. Se disculpó por razones de agenda. Tanto en la fraternidad de la tarde, como en la Sagrada eucaristía, nos acompañó un grupo de sacerdotes muy cercanos a nuestra comunidad y quienes nos han ayudado mucho.

Agradecimiento especial a todos los que con su aporte y su presencia hicieron posible esta celebración. A Dios le pedimos les bendiga y nos ayude a seguir construyendo Iglesia, para su Gloria y nuestro beneficio. “Siervos inútiles somos, haciendo lo que es nuestro deber”.

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