Medellín recibe nuevos hermanos a la ´´Familia Espiritual´´

´´Alababan a Dios y se ganaban la simpatía de todo el pueblo; y el Señor agregaba cada día a la comunidad a los que quería salvar´´ Hc.2,47
Damos gracias a Dios por la vida misionera que nos permite experimentar como familia espiritual en Su Obra Casa de la Misericordia. Para cumplir esta tarea encomendada el Señor asigna a personas que del común llama a ser parte de su rebaño, permitiendo que Su gracia a plenitud permee el interior de los elegidos haciendo que su historia de vida se transforme y se haga propicia para brindar un servicio eficaz en el anuncio de Su Palabra.
Es así como al pasar del tiempo, ya habiendo contado en nuestra historia 25 años de evangelización como laicos, van llegando a nuestras comunidades estos hijos e hijas de Dios que desde diferentes realidades sociales y culturales decidieron decirle ´´Si´´ al paso de Jesús por sus vidas, como ocurrió con las realidades personales de los que hicieron parte de la primera comunidad cristina. Fueron llamados desde su fragilidad humana, rescatados de la vida de pecado, extraídos de su comodidad a vivir una nueva aventura con ÉL.
La sede ´´Santa Faustina´´ en Medellín se ha convertido en ese lugar de encuentro personal con el Señor donde muchos de esos hermanos han llegado a vivir diferentes procesos de restauración, formación y fraternidad. Queriendo hacer de cada mente y de cada corazón espacios dispensadores de lo que el Señor espera y manda: ´´Hagan que todos los pueblos sean mis discípulos´´ (Mt.28,19)
En esta oportunidad damos la bienvenida a dos mujeres que han querido vivir esta experiencia y se han embarcado a caminar con el Señor dejando sus hogares, pero llevando la esperanza y la fe como el mejor equipaje que les garantizara alcanzar el objetivo de ser ´´Misioneros de la Misericordia´´.
Desde la ciudad de Sebaco, Nicaragua, ha llegado Rita Isabel Medina Ortega y desde la ciudad de Cúcuta, Colombia Wendy Dayana Jaramillo Duque, hija de Welky Carolina servidora de la Obra. Los hermanos de Medellín abren las puertas de la sede para acoger a estas mujeres que llegan a estar a los pies del Maestro en la escucha del mensaje para la edificación de su ser como ´´María en Betania´´ y al mismo tiempo hacer vida en su vida, y en los demás, lo vivido en cada momento de oración, catequesis y fraternidad; esperando cumplir la tarea misionera que exige levantarse como ´´María hacia el Hebrón´´.
Con alegría abrazamos a quienes el Señor ha querido insertar a nuestra familia, acompañando a Quennie (Ibague) y Kellinger (Nicaragua) que ya estaban desde antes en la sede. Imploramos sus oraciones por este grupo de jóvenes que viven en Medellín esta aventura de misericordia.
Damos gracias a Dios por la vida misionera que nos permite experimentar como familia espiritual en Su Obra Casa de la Misericordia. Para cumplir esta tarea encomendada el Señor asigna a personas que del común llama a ser parte de su rebaño, permitiendo que Su gracia a plenitud permee el interior de los elegidos haciendo que su historia de vida se transforme y se haga propicia para brindar un servicio eficaz en el anuncio de Su Palabra.
Es así como al pasar del tiempo, ya habiendo contado en nuestra historia 25 años de evangelización como laicos, van llegando a nuestras comunidades estos hijos e hijas de Dios que desde diferentes realidades sociales y culturales decidieron decirle ´´Si´´ al paso de Jesús por sus vidas, como ocurrió con las realidades personales de los que hicieron parte de la primera comunidad cristina. Fueron llamados desde su fragilidad humana, rescatados de la vida de pecado, extraídos de su comodidad a vivir una nueva aventura con ÉL.
La sede ´´Santa Faustina´´ en Medellín se ha convertido en ese lugar de encuentro personal con el Señor donde muchos de esos hermanos han llegado a vivir diferentes procesos de restauración, formación y fraternidad. Queriendo hacer de cada mente y de cada corazón espacios dispensadores de lo que el Señor espera y manda: ´´Hagan que todos los pueblos sean mis discípulos´´ (Mt.28,19)
En esta oportunidad damos la bienvenida a dos mujeres que han querido vivir esta experiencia y se han embarcado a caminar con el Señor dejando sus hogares, pero llevando la esperanza y la fe como el mejor equipaje que les garantizara alcanzar el objetivo de ser ´´Misioneros de la Misericordia´´.
Desde la ciudad de Sebaco, Nicaragua, ha llegado Rita Isabel Medina Ortega y desde la ciudad de Cúcuta, Colombia Wendy Dayana Jaramillo Duque, hija de Welky Carolina servidora de la Obra. Los hermanos de Medellín abren las puertas de la sede para acoger a estas mujeres que llegan a estar a los pies del Maestro en la escucha del mensaje para la edificación de su ser como ´´María en Betania´´ y al mismo tiempo hacer vida en su vida, y en los demás, lo vivido en cada momento de oración, catequesis y fraternidad; esperando cumplir la tarea misionera que exige levantarse como ´´María hacia el Hebrón´´.
Con alegría abrazamos a quienes el Señor ha querido insertar a nuestra familia, acompañando a Quennie (Ibague) y Kellinger (Nicaragua) que ya estaban desde antes en la sede. Imploramos sus oraciones por este grupo de jóvenes que viven en Medellín esta aventura de misericordia.