Las madres en Medellín, invitadas a ser amigas de Jesús.
Un encuentro de catequesis, oración y Celebración Eucarística ha sido el regalo anticipado que la sede Santa Faustina ha ofrecido a todas las madres que hacen parte de la Obra, como un acto de gratitud y reconocimiento por lo que representan en la labor cotidiana de cuidado, dedicación, bondad, paz y dulzura, valores que transmiten no solo en sus hogares, sino también en cada una de las realidades sociales y de manera particular en el servicio que prestan en la Casa de la Misericordia.
El Maestro Jesús ha hecho un reconocimiento desde Su palabra al invitarlas a ser sus amigas, porque no serán más las siervas de la indiferencia, por el contrario, a sus pies son exaltadas y llevadas a ser las fieles dispensadores de la vida.
Reunidos en la Parroquia El Espíritu Santo, a la cual pertenece nuestra sede, a los pies de Jesús Sacramentado cada una de las asistentes ofreció sus intenciones y consagraron su vida maternal a la Santísima Virgen María.
La Eucaristía fue presidida por el Sacerdote Norberto Gómez, ministro cercano a nuestra sede y quien invito a las madres asistentes a ser mujeres de fe, transmisoras de la esperanza y del amor en cada hogar.
Damos infinitas gracias por cada madre socia misionera, lectora y distribuidora del Manual Misericordia Día a Día, servidoras y funcionarias, y demás madres fieles seguidoras de la Espiritualidad.
El Maestro Jesús ha hecho un reconocimiento desde Su palabra al invitarlas a ser sus amigas, porque no serán más las siervas de la indiferencia, por el contrario, a sus pies son exaltadas y llevadas a ser las fieles dispensadores de la vida.
Reunidos en la Parroquia El Espíritu Santo, a la cual pertenece nuestra sede, a los pies de Jesús Sacramentado cada una de las asistentes ofreció sus intenciones y consagraron su vida maternal a la Santísima Virgen María.
La Eucaristía fue presidida por el Sacerdote Norberto Gómez, ministro cercano a nuestra sede y quien invito a las madres asistentes a ser mujeres de fe, transmisoras de la esperanza y del amor en cada hogar.
Damos infinitas gracias por cada madre socia misionera, lectora y distribuidora del Manual Misericordia Día a Día, servidoras y funcionarias, y demás madres fieles seguidoras de la Espiritualidad.